1.800 metros de la autovía de montaña entre San Roque y Cosquín se harían sobre un yacimiento de uranio
El dato surge de contrastar el mapa de la autovía con el bosquejo geológico regional donde se ubica el yacimiento «Rodolfo»
Asimismo, 10.930 de los 14.300 metros del trazado se realizarían sobre bosque nativo con la máxima categoría de conservación. Representa el 76,4% del recorrido, superando la estimación preliminar del 69,5% 1.800 metros de la autovía de montaña que uniría el final de la Variante Costa Azul (en el sur de la comuna de San Roque) con el noreste de la ciudad de Cosquín se harían sobre la formación uranífera denominada yacimiento Rodolfo. El dato surge de contrastar el mapa de la autovía con el bosquejo geológico regional donde se ubica el yacimiento, que fuera publicado en 1960 por la Revista de la Asociación Geológica Argentina. Los autores de la publicación sobre el yacimiento fueron Enrique Linares y Antonio Timonieri, de la Comisión Nacional de Energía Atómica. También participó Rosendo Pascual, de la Universidad Nacional de La Plata, quien identificó los restos fósiles de un mamífero hallado en el yacimiento, lo que permitió datar en la era terciaria esta formación geológica compuesta por sedimentos continentales.
El yacimiento Rodolfo se ubica en una angosta franja que corre entre las últimas estribaciones occidentales de la Sierra Chica y el río Cosquín, justamente por donde fue proyectado el paso de la autovía de montaña, de tal manera que el 12,6% de su trazado se haría sobre los sedimentos terciarios uraníferos.
La reserva del yacimiento Rodolfo se estima próxima a las 10.000 toneladas de uranio, siendo una de las mayores acumulaciones uraníferas de Argentina. Su concentración ronda los 318 gramos de uranio por tonelada. Para comparar, las rocas uraníferas en Los Gigantes tienen 260 gramos por tonelada, mientras que la concentración de uranio en el chichón de Alta Córdoba, donde se encuentra la empresa Dioxitek, ronda los 337 gramos por tonelada. Sobre estas últimas, vale recordar que el año pasado los intendentes del Valle de Punilla se opusieron por unanimidad al traslado a la ex mina de uranio Los Gigantes de los 36.000 m3 que componen el chichón de Alta Córdoba, justamente por considerar que su remoción, traslado y depósito iban a resultar contaminantes.
El uranio no es altamente radiactivo. Sin embargo, uno de los elementos químicos que produce la cadena de desintegración del uranio es el radón, el cual es gaseoso. Mientras el uranio tiene una vida media de unos 4.500 millones de años (es el tiempo para que, por ejemplo, 1 kg de uranio se desintegre quedando 1/2 kg), el radón tiene una vida media de tan sólo 3,8 días y produce otros descendientes de vida corta. Por eso, el radón es muy radiactivo. Naturalmente el mineral de uranio libera radón, pero la mayor parte del mismo se encuentra enterrado, por lo que no produce mayores efectos perjudiciales. Pero cuando el mineral es extraído o removido, se libera radón a la atmósfera (es lo que pasaría con la remoción del «chichón» de Alta Córdoba para ser trasladado, o la remoción de un yacimiento de uranio existente en una matriz de areniscas como el del yacimiento Rodolfo). Al ser gaseoso, el radón puede ser inhalado. De esta manera, es causal comprobado de cáncer de pulmón, y la segunda causa de este tipo de cáncer luego de la exposición al humo del tabaco. Asimismo, el radón tiene un efecto sinérgico en el riesgo de cáncer de pulmón en personas fumadoras.
En la zona de Santa María y Cosquín se reconocen dos tipo de sedimentos terciarios. El uranífero es el más antiguo, correspondiente al Eoceno inferior, por lo que su antigüedad va de los 48 a los 56 millones de años. El aporte de los sedimentos provino de la Sierra Grande, que también aportó el uranio que compone los minerales del yacimiento. El cálculo de 1.800 metros de autovía sobre la formación uranífera está realizado en base a la superposición de la traza sobre los sedimentos del Eoceno inferior. Bosque nativo y faldeos montañosos en riesgo La traza entre el sur de la comuna de San Roque y el noroeste de Cosquín tendría una longitud de 14.300 metros. De ellos, 10.930 metros se realizarían sobre bosque nativo con la máxima categoría de conservación (Rojo). Esto representa el 76,4% del recorrido, superando la estimación preliminar del 69,5%, realizada en base a la unión de marcas relevadas in situ, correspondientes a la planificación del trazado.
El desmonte de bosque nativo y la remoción de laderas en el pedemonte tendría un impacto sustancial en la biodiversidad y en las escorrentías. Pero lo más notorio es que tendría implicancias económicas para el turismo por la alteración irreversible del paisaje, como ya se puede ver en la construcción de la Variante Costa Azul, el puente sobre el lago y el sur de la comuna de San Roque. También es totalmente previsible un posterior desarrollo inmobiliario en torno a la autovía, lo que terminaría de eliminar el entorno natural y con ello, los servicios ambientales que brinda. Otras alternativas: la traza elaborada por el IPLAM es sólo un 15% más larga Un trabajo realizado en 2011 por el Instituto de Planificación del Área Metropolitana (IPLAM) previó la construcción de una autovía por el este de las localidades, con una traza próxima a las mismas. Sólo un 4,4% de dicha traza se realizaría sobre bosque nativo en Categoría Rojo, en sectores ribereños al río Cosquín. Comparando las proyecciones de la autovía de montaña y la propuesta del IPLAM entre el final de la Variante Costa Azul y la misma latitud al norte de la ciudad de Cosquín, se puede estimar que la opción del IPLAM es sólo un 15% más larga que la autovía de montaña (14.300 metros de autovía de montaña versus 16.450 metros según el proyecto del IPLAM, lo que hace una diferencia apenas superior a 2 km).
Por otra parte, el Gobierno también elaboró otro proyecto que se iba a hacer completamente por el oeste de las localidades desde Bialet Massé. El propio gobernador Schiaretti lo presentó el 2 de julio de 2015.
En una nota publicada por La Voz del Interior el 20 de noviembre de 2016, el presidente de Vialidad Provincial defendió dicho proyecto, indicando que “Falta que se culminen estudios topográficos de un equipo contratado de la Universidad Nacional de Córdoba, y que se acuerde el proyecto final con los técnicos de Vialidad Nacional, pero en principio todo indica que la opción recomendable será abrir la autovía al oeste de la actual ruta 38, es decir, a la izquierda si se viaja de Bialet Massé a La Falda”. El argumento era que ese sector es menos montañoso que el flanco este, y que por lo tanto requerirá menos impacto de movimiento de suelos y cortes de cerros, aunque la distancia sería algo superior a la que representaría por el este.
La traza de la autovía de montaña trascendió esta semana. Se trata de un proyecto técnico que llegó a manos de varios municipios de Punilla, fechado en enero de 2018, y firmado por el Instituto de Investigaciones de Servicios Públicos e Infraestructura, que depende de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Córdoba. Dicha dependencia tiene firmado un convenio con Vialidad Provincial para la realización del proyecto.